Capricornio Amaltea
Se
llegan a ti traidoramente, amiga, por la espalda
esperando
tomar desprevenida tu cola de sirena,
y
contigo luchan, hieren, pierden, huyen, callan,
y
no sobreviven a tu mirada oscura de madera…
No
te conocen. Te encuentran pero no te hayan,
y
como no son de lo alto, tampoco te esperan.
ͼ
Quien
ve las peñas de la isla salpicadas de sangre
y
en la montaña huesos rotos en las esquinas,
cree
que eres animal salvaje, lleno de hambre
y
dibujan que tu alma es firmemente mezquina.
ͼ
Yo
sé que solo quieres beber del cielo al tocar la cima.
Y
tu tesoro, lejos de las moscas, cuidar, lejos del enjambre.
ͼ
Y
aquí vine, del camino recogí las flores que vi.
Yo
las he plantado subiendo por el sendero que usas
para
que, si alguien necio te acusa, al menos tú
jamás
cedas a pensar el mismo mal de ti.
Defensiva
tal vez estás, espero que no temas de mi luz.
Si
he de morir que sea aquí, frente a ti,
en
el filo esmeralda de tus dientes de pantera
y
bajo los cascos firmes de tus pies de cierva,
pero
en contacto con tu agua y con tu tierra.
ͼ
Yo
vine amarte, capricornio, en lo cercano.
A
llenar el espacio vacío que hace siglos espera
para
tus berridos las caricias cálidas de mi mano…
ͼ
Yo
vine amarte, como un mago, Amaltea.
Amarte
como un dios, como un chivo, como un rayo,
y
que la vida de tu leche divina no se pierda…
ͼ
Carlos García Torín
¿Quieres leer más?
Comentarios
Publicar un comentario