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Mostrando las entradas etiquetadas como Poética

Procyon

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  Contigo nadie tiene corazón cachorrito de spitz, Procyon.   Perro yuso y desventurado. Mientras otros chuchos cazan osas pequeñas, y libertas raposas, o liebres cósmicas sensuales,   tú debes conformar tu atención en vigilar tus fragmentos astrales. Tu compañero tiene nombre de payaso borracho y pobre de los carnavales.   Pero yo te adopto fiel amigo, modal lazarillo del mago, tu no pides casi nada:   solo un poco de real cariño, un huesito de lo que hago, y que nunca te suelte una patada. Carlos García Torín  Para leer más: Las Estrellas Han Cambiado Caer el rayo

Caer rayo

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Por Carlos García Caer como un rayo sobre el bosque, y mira, se ha hecho campo. Del suelo surge la alegría en granos de trigo dorado, y comen de él tus pájaros negros, azules, rojos, verdes y blancos. Ya no solo el ave oscura, el chuchube del nocturno sagrado que se goza en que le llamen infortunio, y el aguaitacamino en el sendero ajeno que se escuda en el miedo del extraviado.   No. Ahora también es el cardenal enamorado con su vuelo horizontal y tierno, el turpial, ave de Persifone tropical, también ansioso de pasión ha despertado. Lo natural se hace canto, se hace color, ahora brilla donde cae el Dios y la caricia de fuego deja tostado. Come trigo hasta tu chivo oxidado. Es el campo, que el rayo lo ha besado y saca pepitas de oro por todos lados. Otros poemas de Carlos Garcia Torin: Te regalo mi lápiz Tus lunares Cuerdas de arpa

Tus lunares

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 Por Carlos García Torín Tus lunares traen rebelión a mis sentidos. Hay desobediencia en mi boca y mis manos, mis ojos se han liado un único objetivo y en tu aroma siento el limite insano. Todo en mi cuerpo pide golpe de estado, abrazar la locura, sin ninguna excusa invadir tus fronteras, rebelde enamorado liberando el volcán de tus ansias confusas. Lunares vigilantes del lugar que adoro: bombón suculento de tu boca redonda. Con descaro me retan, no dejan que la escondas. Mi lengua rebelde pide: caza el tesoro… ¡Arrebátanos en una sola mordida! Dicen, de un siglo… afila tu colmillo, derríbanos descuidadas y dormidas. Vamos a tentarte hasta el infinito. ¿Cuántos besos habrá cautivos? Me apuñalan sin poder defenderme en la misma arteria con que escribo, ¿Cómo piensas que voy a detenerme? Tus lunares pequeños y ardientes, carboncillos de luz coqueta encendida, incendian la anarquía en mi escondida. ¡Asalta la muralla! ¡No puedes esconderte! Sobre mí se arrojan furiosos tus lunares me ...

Néctar del delirio

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  Por Carlos García Torín Íntimo, de tu alma espero un beso que abra las fuentes de un delirio astral. Ansioso del resonar de tus huesos se sacude en fuego mi armazón de metal. ¿Lo sientes? Tus garras femeninas de cristal se afilan sangrientas en mi espíritu distenso, lo enerva así, lo provoca, su vínculo sensual revela mi ardiente poderío inmenso. Ven, toma en tu boca el néctar de ambrosía que violento mana del árbol de mi hombría. Sea para tus constelaciones Y déjame beberte maga, poco a poco, que la canción de mi delirio loco sea para tus pasiones. Fotografía de Casia Charlie

Cuerdas de arpa

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por Carlos García Torín Resuena la clave dorada y cadente de una sinfonía olvidada y vibrante. El arpa en mi mano estremecida y latente palpita sus notas más elegantes, la interpreto ágil he intensamente. Canta el arpa al deseo del artista y su cajón de resonancia se calienta. Despierta el jaguar por dentro del arpista y en el toque regio que experimenta se le humedecen todas las aristas. Tocan los dedos con su gusto intenso la nota dulce que estaba encerrada en una canción del fuego y del viento, para el viaje íntimo del pez espada que se aventura en su mejor intento. Busco la chispa de tu canción interna si el arpa que sostengo me la recuerda por el tono secreto que la gobierna. Así, despiertan al gemir, intrépidas cuerdas, tus piernas, cansadas de ser piernas. Fotografía de Danila Giancipoli